Años 40. El Estado eslovaco vive un auge del nacionalismo y no es un buen momento para las minorías. Este ambiente social turbulento también afecta a Marika, una modista húngara viuda. Ante el creciente sentimiento antihúngaro, se encierra en sí misma, sobre todo porque también acoge a un niño judío. A pesar de ello, dos hombres la señalan: un oficial nazi alemán y un capitán de la guardia eslovaca.