Fundó Alameda Films S.A. y trabajó con estrellas mexicanas de la talla de Pedro Infante, Marga López y Arturo de Córdova, entre otros, y directores de la época de oro del cine mexicano como Alejandro Galindo, Chano Urueta o Fernando Méndez. Produjo a su hijo, Arturo Ripstein (El coronel no tiene quien le escriba, Principio y fin) y El callejón de los milagros (1995) de Jorge Fons.